Así es la vida de un ladrón, corrupto en Managua, donde muchos cheros ya están llegando a indagar como es la vida.
Tal es el caso del ladronazo de Walter Araujo, que ya anda viendo como comprar su residencia en la tierra de los asilados.
Con tanto pisto robado, ni gasta en afeitadoras ni plancha la camisa, vergüenza da, este sapo de Funes, pero ahí sigue la perrada defendiéndolo.
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