Dicen que desde antes de conocerse la resolución de
la Sala que a muchos ha puesto a jalarse los pelos de pura cólera, a unos más
que a otros, según lo que nos cuentan, una diputada oficialista, de quien dicen
sería la titiritera de cierto magistrado electoral, le habría echado un
telefonazo para decirle que, ni modo, tendrían que aplicarse con el recuento,
pues la mera macolla legislativa de su partido habría sido puesta en jaque,
pues no podría asumir el 1 de mayo.
En paralelo, cuentan los chambrosos, habrían girado
instrucciones de que los oficialistas, entre ellos "los presuntos
diputados electos" hagan escándalo y, aleguen, que los magistrados
estarían dando "un golpe de Estado".
La resolución, según nos dicen, en "el
partido" la veían venir, por eso, desde el lunes comenzaron a poner el
grito en el cielo, alegando que los "cuatro" se están entrometiendo y
extralimitando.
¿Será verdad?
Además en el recuento del Tribunal
Supremo Electoral ha sorprendido la presencia de docenas de vigilantes del FMLN
que a su vez son empleados públicos y están presentes en el CIFCO, faltando a
las labores para las que el Estado les paga su salario.
Entre los vigilantes hay empleados de
varios ministerios, algunos por cierto, hijos de funcionarios y de diputados
del mismo partido oficial, que llegan puntualmente desde temprano a sus labores
partidarias.
¿Gozarán de permiso con goce de sueldo?
No sabemos.