El presidente de la Asamblea Legislativa, Sigfrido Reyes, se encuentra de
regreso en El Salvador, y dice que tuvo que suspender su viaje por Marruecos
para responder por acusaciones en su contra que lo intentan vincular a actos de
tráfico de influencias.
Claro que interrumpió su misión, si cómo no, lo más seguro es que los
jerarcas de su partido lo hicieron regresar por el gran tamal que lleva entre
manos. Hasta el momento solo se ha publicado de
terrenos en Nuevo Cuscatlán, pero no solo allí posee propiedades, los tiene en
Acajutla, Los Planes de Renderos y en la residencial Los Sueños, donde el
reside como buen adinerado, y a saber a dónde más. Esto es solamente la punta
del iceberg de la podredumbre que se tiene este señor, y eso que es defensor de
los "pobres". No sería escandalo si fuera su trayectoria conocida
como empresario, pero el caso no es así, por lo tanto se presta a mucha duda
que de donde ha salido tanto dinero, con su salario de diputado, ex-guerrillero
comunista, que aunque haya estudiado fuera del país, nunca ha ejercido su profesión.
Al final es sencillamente un sinvergüenza que se idiotizó con las bolas y
perdió todo sentido común y racional y esta envenenado por la buena vida
Entre las declaraciones que dio están las siguientes:
“He tenido que interrumpir la visita que estaba realizando al percatarme de
la campaña sucia, difamatoria contra mi persona, en los últimos días, la cual
ha tomado bastante volumen por parte de los que han orquestado la campaña,
incluyendo ARENA”.
“No descarto que esta campaña sucia contra mi persona se deba a que he
promovido y apoyado este tipo de investigaciones”.
Dijo que su viaje a Marruecos “Fue una visita provechosa”.
¿Para él o el país?
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